miércoles, marzo 5

dis CAPACIDAD


Hace tiempo que trabajo con personas que portan alguna discapacidad...pero para mí no es un asunto laboral, una cruzada, una "linda labor la tuuuya, ah?"...no poso ni ahí con esas apreciaciones discriminatorias.
Para mí es una característica personal: algunos tienen un lunar de pelo blanco en la cabeza, otros tienen una pierna más delgada y chueca, algunos tienen dificultades para hablar, otros no ven un carajo...Por supuesto la vida es bastante menos sencilla con atados para transportarse, ver o hablar...pero al momento de compartir con ellos no estoy pendiente de la pierna chueca o de si el ojo me mira: estoy compartiendo con una persona cuya vida tiene una característica que la hace más complicada, no con un pobrecito.
Por supuesto procuro estar atenta a lo que pueda necesitar en forma especial, avisar un peldaño al que no ve, escuchar con paciencia al que le cuesta hablar...no me voy a poner a rellenar sus frases por ansiedad de que termine más rápido o de pobretearlo "ayudándolo": la asistencia que se entrega debe ser la que el otro en cuestión requiere, ojalá expresamente. No puedo decir "yo te lo hago" o "¿te llevo?" si se trata de un sujeto que por un lado, cacha por donde va su micro, y por otro, no es una cosa por lo que no puedo andarlo llevando o trayendo.
Rafinga me huevió kilómetros cuando al parar en una farmacia le dije "sólo está desocupado el estacionamiento de...de...coso"que es un modo argentino contagiado por un grupito de gente que vivió allende los andes y que sirve para denotar cualquier palabra que a uno se le haya olvidado o sea enredadada de decir...Claro, me reclamaba ¡¡ahora soy un coso!!...clamaba en tono mártir por su severa dificultad visual...ayudado por cierto por sus grandes dotes histriónicos y ese vozarrón de Nino Bravo que le lleva. Una vez que se cansó de hacerme sentir mal y me agasajó con su nuevo disco/libro, volví a casa escuchando su voz en el CD mientras cavilaba...

Él casi no ve, Jaimico gasta sepetecientas calorías para desplazarse con sus problemas motores...(yo soy hiperlaxa y miope)...HEY!! Pero canta como los dioses, VE DEBAJO DEL AGUA y dentro de mí con una CAPACIDAD que ya se la quisieran los pertenecientes al mundo de los concretos videntes...Y Jaimico se desplaza medio entonado por provi a las dos de la mañana con menos miedo que el 90% de los capitalinos, y se mueve para trabajar y hacer cosas muy raras, que sin duda mucha gente no hace, como ir a conferencias y picar la guía.

Terminé pensando que en realidad hay otras discapacidades que sí son invalidantes, como la discapacidad para amar, para dar, para exponerse al ridículo o el columpio, para comprometerse con algo o alguien, para proyectarse y lanzarse hacia algo diferente, para tomar decisiones radicales o hacer respetar los propios derechos...mil discapacidades de las que se portan porcentajes y que, sin duda, más que recibir pensión asistencial, requieren rehabilitación intensiva.

3 comentarios:

Bitácora de Laboratorio dijo...

Quizá el término discapacidad está mal usado o mal connotado.

"Movilidad reducida" es más mejor en el caso de la movilidad reducida.

"No ver ni un carajo" es también una buena forma de plantearlo, en ambos casos.

Franco Llanos dijo...

Poli:
Muchos de los llamados "discapacitados" nos llevan gran ventaja...pese a sus limitaciones...son capaces de brindarnos momentos inolvidables...tan simples y profundos como un: "tío(a) te quiero".
Lo otro que no hay que olvidar es que la vida/naturaleza a veces nos sorprenden...la "reducción" de algún sentido es compensada con el desarrollo de otras habilidades y/o sentidos, es cosa de ver como se mueven (¡y la memoria que tienen!) los llamados "discapacitados visuales", especialmente cuando deben afrontar la "amigable disposición urbana" de nuestras calles.

Pola dijo...

De hecho sabes que de mis tiempos de piti-sin-lentes me quedó la costumbre de reconocer a las personas por su forma (silueta) y movimientos...eso me permite identificar gente de noche, cuando otros con buena visión, no los ven :)