Dándome cuenta de que caí en el antiguo vicio linneico de andar clasificando...
a juguitos, ambiciosos de calidad, desimplementados, chupicidas y demases deberían seguir cosillas más específicas como "mujeres inteligentes haciendo tonteras".
O consignar el uso de conceptos culturales o nombres varios pero "emic" para connotar características de gentes, un ejemplo para que se entienda: en lugar de llamar egocéntrico a alguien se le puede llamar SERRAT porque anda por la vida cantando "no hago otra cosa que pensar en míííí", como se puede leer, pasa por algunas adaptaciones. O a una mujer etérea , linda, de pelo flotante y que se expresa principalmente con onomatopeyas estilo "me hizo plump! la guatita" o "por ahí doblas chás! y luego pum-pum-pum hasta allá" (léase con "ebulliciosas" gesticulaciones) se les puede llamar NATALIA y que no se ofenda ninguna, pero hasta ahota todas las que he conocido son medias tucu-tucu pa sus cosas :)
Continuará...
miércoles, diciembre 20
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
De más que es deformación profesional la taxonomía humana.
De ahí al lenguaje filosófico de Wilkins y Leibniz y vuelta.
Economía aplicada al lenguaje no más:)
Publicar un comentario